Kedada de noviembre.

La salida de este mes de noviembre del grupo Kedakua, se celebró el sábado 8 de noviembre de 2014. organizada por Jose Luis Conde , para pintar en Plencia.

Nos citó a las 10 en la cafeteria situada frente a la estación del metro, al otro lado del puente peatonal. Unos entendimos que era el Gurea y otros el Batela.

Llegamos en dos grupos en dos metros sucesivos, el de las 9,40 y el de las 10, y estuvimos 9 acuarelistas. A eso de las 10 y media ya estábamos buscando temas, y nos repartimos por la villa. La chicas se fueron a la ría a pintar botes y el resto nos decidimos por el paisaje urbano, entre las callejuelas del casco viejo.

Mi primer tema es el  museo de Plasentia de Butrón. Es la casa más vieja de la villa junto con la iglesia. Es una torre de sillería del siglo XVI, mandada construir en 1562 por Martín Perez de Plasencia, para servir como Ayuntamiento. Ese fue su uso hasta 1922 en que se inauguró el nuevo Ayuntamiento en la plaza del Astillero. Después se usó sucesivamente como Juzgado comarcal y local,  cárcel y estafeta de Correos hasta su actual uso como Museo Histórico. Este edificio se hizo después del incendio de 1437 que redujo a la nada todo el casco urbano, excepto la iglesia y una parte de la muralla.

Para dibujarlo, planté mi silla en la esquina entre Goienkale y  Udaletxe Aldapa ( la cuesta del Ayuntamiento ), donde está el Pauli. La estrechez de las calles creaba una perspectiva demasiado forzada, así que opté por una representación, algo distorsionada para que me entrara bien en la hoja.

Muy cerca de mi, y en el mismo lugar estaban los tres de la foto y Natxo. Las otra tres chicas en la ría y Javi en Portaletas pintando el arco de Santiago y el matadero. 

Gloria, Joselu y al fondo Alfredo en Goienkale

Al terminarlo, subí a la plaza de la iglesia y allí encontré mi segundo tema. Es una casa que siempre me ha gustado, la casa roja del 10 de la la plaza. 

Dibujando la casa roja. Foto tomada por Natxo

A la 1 y cuarto nos concentramos de nuevo en el Gurea, y allí entre verdejos, cervezas y pinchos de tortilla, comentamos las incidencias del día y nuestras respectivas obras, hasta las 2 y cuarto en que regresamos a casa en el metro.

Antes de irnos el propietario del Gurea nos hizo una foto de grupo.

Otra magnífica salida, a pesar de lo desapacible del día con viento y frío