El esconjuradero de Alquézar. Reconversión de una de las torres empotradas en la muralla del castillo ( hoy Colegiata), de Alquézar, que custodiaba la entrada al mismo. A su espalda se ve la garganta del rio Vero.
Desde el esconjuradero, y mediante preces y ritos, se conjuraban las tormentas, a la que los montañeses tenían pavor.
Acuarela realizada en Acuarelistas Vascos, a partir de una fotografía propia tomada en uno de mis viajes a esa preciosa localidad oscense..
Fabriano 300 gr,
35 x 25 cms.
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